Abordando el punto más emblemático de este poemario, debemos destacar que Machupikchu es, al mismo tiempo, un patrimonio reconocido por la humanidad como un atractivo cultural y natural de riqueza incalculable. Machu picchu es el lenguaje más elevado del espíritu comunitario del mundo andino. Quien llega a Machupikchu encuentra allí su propio templo. Es en nuestro santuario donde el ser humano recoge la paz y la armonía que nunca podrá hallar en otro punto del orbe. Machu Picchu es el espejo de la sabiduría y paradigma del trabajo solidario, corporativo y participativo. Es, además, la muestra irrebatible del medio natural en el que se desarrolló la inteligencia andina que tuvo que confrontar con un clima denso, variable y diverso en una geografía accidentada, elementos claves para concebir la vida de una forma totalmente distinta a las demás culturas del planeta.