La narración de una aventura ocurrida en el siglo primero de la era cristiana, se inicia en la isla de Lesbos, ubicada frente a la ciudad de Pérgamo (Turquía), en un viaje a la ciudad y puerto griego de Corinto, de donde se traslada a la cercana ciudad de Eulisis, a treinta kilómetros de Atenas. En Eulisis se celebraba los misterios eleusianos en honor de las diosas Deméter, diosa de la vida y la fertilidad, y de su hija Perséfone. Y pregunta el narrador a un “iniciado” en los misterios, ¿qué representaba la estatua con la figura de la diosa Deméter?, por cuyo motivo es acusado de “impiedad”, es decir, de negar o desconocer la existencia de dicha diosa, y llevado a un proceso popular en el Ágora, por disposición del Arcontado, que administraba justicia en todos los casos en que fueran parte los extranjeros.
Desde el día de su cautiverio, hasta llegado el día del juicio, el procesado está organizando su defensa, haciendo uso de la retórica aristotélica, conforme se ha explicado en el capítulo “Preparando el Discurso”.
El autor invita al lector a iniciarse en la retórica de Aristóteles, puesto en actualidad y estudiado a la fecha en las universidades (extranjeras), y a conocer el resultado del proceso abierto por los paganos contra un cristiano.