Contiene cuatro historias que transitan entre la realidad y lo fantástico. Donde el común denominador es la muerte, a excepción del cuento final que nos inserta en el acto lúdico de la trasmutación y una ligera evasión a la fatalidad.
La muerte concebida al estilo romántico, pues algunos personajes la ven como posibilidad para aliviarse del tedio existencial provocado por deshumanización de los tiempos modernos. En otro momento, la muerte es vista como una señal de heroísmo falso e irónico; ya que no conlleva a ningún triunfo trascendente y satisfactorio ni de manera personal ni colectiva. En cuanto a la trasmutación de los personajes y su evasión a la fatalidad creemos que no llegará a la materialización, pues los actantes son seres desposeídos y marcados por la tragedia, lo cual nos remite a la narrativa existencialista de Albert Camus y Julio Ramón Ribeyro.
De otra parte, nos ofrece historias escritas con un lenguaje urbano-andino, una cosmovisión híbrida, al igual que las técnicas narrativas como la polifonía y el soliloquio.
Huaraz, Ancash, 1973-