La obra relata la vida de la comunidad de Rumi,
ubicada en la sierra del Perú. Los indígenas que
integran esa comunidad, encabezados por el
alcalde Rosendo Maqui, se defienden de un
déspota hacendado, don Álvaro Amenábar,
quien, amparado por jueces corruptos y testigos
falsos, quiere arrebatarle sus tierras para expandir
su ya inmensa propiedad. Pero lo que en
realidad más apetecía el hacendado era convertir
a los comuneros en peones para que laboraran
en una mina de su propiedad cercana a Rumi.
Rumi se encuentra permanentemente acechada
por el despojo; cuando esto al fin sucede, los
comuneros se trasladan a las alturas de Yanañahui,
tierras pedregosas y de clima inhóspito,
de escasa productividad, pero que al menos les
permite mantener viva la comunidad.