La cultura Nasca, además, tuvo a Cahuachi como su principal centro de desarrollo religioso y de actividades colectivas, litúrgicas y ceremoniales que comportaban la entrega de ofrendas procedentes de diferentes lugares de la costa y de la sierra, posibilitando la identificación tanto de los productos autóctonos, como de los que se transportaban desde localidades muy lejanas.
Esta obra se basa en el plurianual trabajo de investigación realizado por el Proyecto Nasca en el sur del desierto costero peruano. La Misión Arqueológica Italiana ha trabajado en el Perú desde 1977 y en el área de Nasca desde 1982. (FIG. 1).
El objetivo principal de las investigaciones arqueológicas conducidas por el Proyecto que he tenido el honor de dirigir por más de treinta años fue reconstruir la vida cotidiana de la población de Nasca en todas las fases de su historia, considerando sus expresiones culturales y cultuales entre sus principales elementos, pero sin menospreciar todos los componentes que han permitido caracterizar los procesos de desarrollo que determinan la esencia misma de una población. La cerámica, los textiles, el arte en el sentido genérico, la tecnología, la arquitectura, el pensamiento religioso contribuyen al conocimiento de un pueblo, tanto como su misma vida cotidiana, las costumbres alimentarias autóctonas, las actividades de caza, las tradiciones, el sistema de producción agrícola y los elementos exteriores que llegan por intercambio.