Aurora es separada de su madre en extrañas circunstancias y cuando aún bordeaba la infancia. No se sabe si son las fuerzas armadas, en el contexto de la guerra interna, o las mafias de trata de mujeres. De esta forma, Aurora en toda su vida, recuerda ese episodio y, cada día, la ve presente como si realmente fuera un fantasma. Incluso, conversa con ella hasta que un día, cuando regresa al lugar donde ocurrió el secuestro de la madre, se encuentra con un anciano que está a punto de morir y necesita confesarle algo.