Un cuento inolvidable cuyo soporte geográfico es Andahuaylas y su espléndida base es la ficción donde se asienta una fiesta espectacular del lugar en la cual el personaje Avicha ofrece alegría, ternura con una canasta llena de esperanza.
Además casi siempre solía preguntarse sobre quién pagaría sus lágrimas, “tanto he llorado que se me han terminado las lágrimas”, solía decir Avicha.