Los últimos acontecimientos en América Latina han evidenciado la estrecha relación de las corporaciones con el poder político. Esto tiene que ver con los patrones de relación entre los empresarios y el Estado, la influencia de las corporaciones sobre políticas tributarias, el desplazamiento del capital nacional hacia las multinacionales, las políticas extractivistas, el decretismo económico, el lobby y la puerta giratoria, entre otros factores. Tales cuestiones se insertan en la teoría de captura del Estado, complementada con las teorías del poder corporativo, y sirven para entender cómo actúa esta captura en el sistema político y las políticas públicas a nivel local, nacional y global.