Este es un libro que deja sin aliento, tan brutal y salvaje como un puñetazo inesperado en el plexo solar. El autor no hace ninguna concesión al lector y nos descubre un mundo de pesadilla donde no hay redención posible. Sus historias, violentas y delirantes, resultan perturbadoras porque describen una realidad que se parece demasiado a la nuestra. Más aún, revelan a un narrador que se enfrenta al lenguaje como si tuviera que domar a un animal embravecido y le saca efectos insospechados. Su imaginación desbocada nos lleva del Gólgota al Valhalla, de los extramuros de Tokio a las afueras de Lima, arrasando a su paso todas las barreras morales y religiosas (Guillermo Niño de Guzmán).