Conocer cómo funciona el cuerpo humano permite cultivar prácticas de autocuidado y valoración frente a situaciones de riesgo que puedan afectar la integridad personal de un individuo, sobre todo en el caso de los niños. Por lo tanto, es imprescindible que ellos sean los primeros en conocer su anatomía desde la etapa preescolar.
En plena era digital existe una tendencia excesiva a dar aparatos electrónicos a nuestros hijos, llegando al punto de que muchas veces se torna en algo adictivo para ellos. Sin embargo, como padres, lo ideal es lograr que se interesen por libros u otros materiales educativos que, al mismo tiempo que los divierta, les despierte el amor por la lectura a temprana edad.
Esta problemática me dio la idea para crear esta obra, a la que puse por título Órganos en movimientos. Inicialmente la hice para mi hijo de 4 años, despertando en él un gran interés y curiosidad al ver que los órganos cobraban vida en el libro, al punto que ya no quiere desprenderse de él porque quiere saber qué más hay.