Runku es un joven otorongo que, al igual que sus hermanos, le gusta trepar árboles y nadar… sin embargo, a diferencia de los de su misma especie, no quiere aprender a cazar ni comer animales, pues él prefiere alimentarse de frutas y vegetales. Además, ¡es amigo de quienes deberían ser sus presas! Runku se siente un otorongo como todos, pero los demás otorongos no piensan lo mismo…
Runku sí es un otorongo es una conmovedora historia que promueve el respeto por las diferencias, la tolerancia y la autoaceptación.