La Tierra de los niños y el árbol se mantiene como obra insular y sigue siendo una propuesta pedagógica para analizar y tener en cuenta en el Plan Lector.
Son textos de prosa poética que sirven de reflexión y transformación a lectores infantiles y juveniles despertando su consciente y subconsciente para que puedan pensar, sentir y gozar.
Por su tonalidad y fondo, se confirma que se trata de obras infantiles-juveniles llenas de filosofía y mensaje.
No existen las palabras sonoras y la abusada rima para dirigirse a los niños y jóvenes.
Los argumentos se basan en la existencia real de los sujetos poetizados desde la naturaleza, la cual con su elementos, adquieren vida y gracia en la voz del vate.