La poesía confesional tiene una larga tradición en la poesía occidental, sobre todo en la lírica de los Estados Unidos. Su momento cumbre ocurrió cuando el gran poeta Robert Lowell publicó su Life Studies. También han sido reconocidas como pertenecientes a esta línea las poetas norteamericanas Silvia Plath y Anne Sexton. En la tradición peruana ahora tenemos a Marita Palomino, quien viene a sumarse a esta rica dimensión en el campo de nuestra poesía. Desde el título de su libro Convicta y confesa ya estamos alertados de su propósito: Confesar en poesía los más diversos aspectos de la condición humana, a través de la óptica de su propia experiencia vivida.