Una atmósfera sutil y opresiva baña estos nueve relatos, escritos con decantado pulso poético, donde el lenguaje cobra un papel preponderante para crear escenas que aluden a los sentimientos, las emociones, las angustias y ciertas sensaciones particulares que emanan de los mismos protagonistas y que se desbordan en los paisajes, urbanos y rurales, como un telón de fondo que deja el vestigio del sinsabor y la soledad. Un halo de misterio también recorre algunos de estos textos, de los cuales se desprende que las historias contadas con subterráneo detenimiento pueden variar el sentido de lo descrito, sea cual fuere su principal o mediano índole. Así, pues, bajo una línea íntima e inaprehensiva, estas Lejanas visiones, de Otilia Navarrete, nos invitan a modificar nuestro visor de lectoría corriente, visible y concreta para adentrarnos en los mecanismos de la dilución. (Willy del Pozo)