Papá León no puede vivir sin su televisión. La niña tiene un perro que se llama Barriga, pero no tiene tiempo para hacerle caso, por eso a Barriga no le gusta la tele. Una mañana, Pepe se da cuenta de que algo anda mal. La pantalla del televisor está fría y negra. Necesita buscar un taller de reparaciones que le resuelva el problema cuanto antes. Eso no es vida. Sin embargo, hay alguien en casa que está más que contento: Barriga. Por fin tiene su espacio y le prestan atención. ¿Qué pasaría si no encontraran a alguien que pueda reparar el televisor?