Gracias a la económica mundial, a nivel laboral se ha llevado a cabo modificaciones significativas en la organización y conceptua-lización del trabajo. Esta moderna modalidad de idealizar y organizar el trabajo se origina de la dimensión y la velocidad del cambio económico, tecnológico, sociopolítico y cultural sucedidos en el último cuarto del siglo XX. En este contexto, la mayoría de las organizaciones en la actualidad han innovado sus estructuras, sistemas organizativos, métodos y procesos de trabajo para enfrentar a los nuevos retos competitivos y de integración en el mercado (Cunha y Cunha, 2001; Peiró, 2002; Peiró y Munduate, 2001).