Si hay algo que más me motiva en estas épocas es leer las óperas primas de nuevos autores. Tal es el caso de Tambores de muerte y desamor de Juan Hurtado, donde encontramos ya una responsabilidad cuajada, versos que cuestionan nuestra existencia, límites tal vez trillados en la poesía como el amor y sus derroteros pero llevados por la delgada línea o una gran imagen evitando lo cursi del discurso. Hurtado es un creador de nuestro tiempo, poseedor de una sensible ciudadanía, ejercicio y visión que en todo gran poeta debe ser primordial en estos tiempos que nos precede. Que la lectura de este libro sea benefactora.
Vanessa Martínez