Cholito, el entrañable niño serrano, llega a Lima, la ciudad del Rímac, el río hablador. La realidad urbana es tan diferente a todo lo que él conoce, que se enfrentará con numerosos problemas. Extrañará a su familia, a su venadito Lucero, le asustará la ciudad, pero es valiente. Además Cholito siempre cuenta con la protección de los antiguos dioses y en Lima será el dios Rimac, que recibirá de los Apus andinos el encargo de velar por Cholito y estar pendiente de que nada le suceda en la ciudad.
Huallanc, Ancash, 1947-