Lo diecisiete relatos de este libro tienen como temas principales el horror, la muerte y el dolor, y presentan personajes que no pueden escapar de su destino trágico: la muerte los persigue y se presenta de variadas formas, ya sea como un insecto inofensivo que se instala en una almohada o como una venenosa serpiente que actúa de manera rápida. De esta manera, los cuentos de Horacio Quiroga, uno de los más importantes narradores del siglo XIX, confirman lo que Pablo Ramos dice en el prólogo: “Este no es un libro para chicos, es un libro para gigantes, para exploradores y aventureros de la selva más salvaje: el alma milenaria del ser humano”.