Durante toda su vida don Julio ha estado rodeado de lujos que lo han convertido en un persona intolerante y prepotente, cuya única preocupación es aumentar su fortuna. Un día, este hombre tan poderoso despierta en un humilde hospital público, con el vago recuerdo de un accidente. Horrorizado, se da cuenta de que no tiene más remedio que permanecer en ese lugar. Allí conocerá a alguien muy especial, la dulce Mechi, la pequeña de los ojos de ángel, que le hará comprender que la vida tiene más de una cara.