Henry Jekyll es un médico de profesión, honorable, compasivo e inteligente. Sus múltiples cualidades le han granjeado el respeto y la estima de quienes lo rodean. Edward Hyde, en cambio, despierta animadversión por donde va. Nadie sabe exactamente cómo apareció, a qué se dedica ni por qué su presencia resulta tan repulsiva. Sus acciones, no obstante, no tardarán en develar un alma absolutamente abominable, aún más que su aspecto físico. Ambos hombres, aparentemente opuestos, parecen estar unidos por un vínculo inexplicable: Jekyll se empeña en proteger económicamente a Hyde, yendo en contra, incluso, de los consejos y voluntades de sus amigos más cercanos. Es precisamente uno de ellos, Mr. Utterson, quien descubre la horrenda verdad: el doctor Jekyll y Mr. Hyde son la misma persona, desdoblada debido a un experimento.