Ru y Franalto viven cada uno en su bosque; no se conocen, pero se parecen mucho. Ninguno tiene con quien jugar, ambos son muy solitarios. ¿Y sabes por qué? Por su apariencia: Ru es tan, como decirlo, tan gigante que su cabeza traspasa las nubes; y Franalto es tan, como decirlo, tan enano que hasta un arbusto de margaritas le sirve de escondite. Un día Ru cansados de la soledad decide abandonar su bosque. Un día Franalto cansado de las burlas decide dejar su bosque. Ambos cruzan el mar para buscar un amigo, entonces sus caminos se encuentran…
Lima, 1970-