«Un ejercicio de lucha, de supervivencia feroz y constante. Llena de violencia, ruido y tatuajes, Al norte no está el paraíso atrapa muy bien el pulso del migrante hispano que lucha, a punta de golpes y con los dientes apretados, para formar parte del grupo que manda. Más que mensajes, son alaridos de hombres arraigados con su raza, con su destino de latinos subordinados que se rebelan, que buscan su propio reino en una selva de alaridos» (Pedro Novoa).
Lima, 1984-
Poeta