ISBN 978-612-4436-28-4

Reseña

Un libro como una grieta de luz en la oscuridad más cerrada de un horizonte, que no pudo llegar a ser tal, sino hubiera habido una voluntad de hierro que hizo brotar de la violencia una paz muy parecida al esfuerzo en las circunstancias más adversas. La luz personal estuvo iluminando ese rincón donde dormía la esperanza de pie y con el rostro empujando hacia otro continente. Dante no lo supo, ni su familia, ni sus allegados más próximos, lo supo su espíritu de cazador de fronteras, donde se encendía entre celajes, la fogata del exilio, él hacía que broten otras respuestas, ardientes y serenas como aquella que se levanta en plena cornisa de los Andes, aquella que está preñada de sueños y esperanza, teniendo como base la quinua de mil colores, y ahora el benéfico techo protector.
El autor se hizo en un país al cual señaló sus bondades y sus principales causas para estar en este sopor que no alcanzamos remontar; supo desde temprano que no solo era la violencia sino la venalidad de pésimos políticos, quienes ahora vemos desfilar entre rejas o ausentes, definitivos. Pésimo fue el pago que nos hicieron los políticos al canjear palabras y solo lo hicieron para llenar sus acogedores bolsillos y ahora sus espantados grilletes.
Cuando la luz disipa la penumbra de Dante Alarcón no es un libro que conmueva, y es porque remece desde el principio hasta el final, no es una barca amable, es una y muy temible que se convirtió en monitor, allí donde hubo violencia, hizo que reine tranquilidad y reflexión que ahora descansan en las pupilas de los nietos que mece sobre sus rodillas, aquellas que nunca se rindieron.

Esteban Quiroz, Editor