Pepe es una pequeña zarigüeya que no para de reír. Su madre, preocupada, decide enseñarle algo muy importante: hacerse el muerto para defenderse de sus enemigos. Para motivarlo, le promete a Pepe una deliciosa torta de insectos. Un día, Mamá zarigüeya lo lleva a practicar fuera, con la idea de simular un encuentro con un oso. Justo aparece uno, y gruñe tan ferozmente que Pepe y su madre caen de inmediato al suelo para hacerse los muertos. El oso olfatea y sacude a Pepe, pero este no reacciona. Sin embargo, el oso sólo quería aprender a reír, y como cree que ha matado a las zarigüeyas, empieza a llorar.