Con este poemario, Roberto Jáuregui, abre un nuevo e importante espacio en la lírica peruana. En un tiempo en que la poesía viene afrontando, cada vez más gravemente, su condición de género insular, nuestro poeta levanta velas para marchar a tierra firme, proponiéndonos, no sólo un lenguaje personalísimo sino también un goce estético que pocas veces encontramos en los poetas de hoy. Lenguaje y estética que abordan, sin embargo, los sempiternos temas de la condición humana: el tiempo, el amor, la muerte, la memoria del pasado y la esperanza de que finalmente la tierra germine “allí donde fueron derramadas las plegarias”. No hay nada más que decir: Roberto Jáuregui ingresa, con la honda sencillez de su palabra, a la mesa de los elegidos en la legendaria y luminosa casa de la poesía peruana. Alberto Alarcón.