Zelideth Chávez Cuentas ha construido en su travesía como narradora un discurso límpido, transparente, orientado a revelar, desde la ficción, el universo de abuso y oprobio que la mujer, particularmente la mujer del pueblo andino peruano, enfrenta y que el sistema clasista y patriarcal ha normalizado secularmente.
Este discurso, erigido sobre una irrenunciable atmósfera de ternura y poesía, de inconfundible tono añil, tiene en la novela Qué azul era mi cielo, una expresión de altura estética sobresaliente y una profundidad humana sobrecogedora: el hijo recuperado en los instantes supremos de la agonía simboliza no solo el caudal de sufrimiento de la madre sino las anchas y luminosas puertas de la esperanza en la reivindicación histórica del ser mujer.