Tenemos entre manos un libro con enseñanzas, consejos, técnicas y hasta artimañas a las que un empresario puede recurrir para llevar a buen puerto su firma y todo lo que esta engloba, pero es necesario acotar que no solo se aplica a los menesteres de un empresario, sino al diario lidiar, es decir, a la vida misma. Ojalá tuviéramos más Quijotes capaces de enderezar los cuantiosos entuertos que afligen y aniquilan a la humanidad.