Como humanidad, nos ha tocado vivir uno de los momentos más criticos de nuestra historia, el confinamiento global ha evidenciado la magnitud del control que, por cientos de años, una minoría ha ejercido sobre nosotros buscando frenar nuestros pasos. Nos toca decidir entre vivir temerosos, o tomar el timón de nuestras vidas.
Yo creo que merecemos un cambio, y necesitamos reconocer que no somos espectadores, sino protagonistas en la construcción de un mundo digno de ser la herencia de las futuras generaciones. Por ello es importante despertar, empezar a ser lectores de la vida, y descubrir la verdad más allá del engaño que pretende doblegar nuestras voluntades, porque somos libres y es así como nos corresponde vivir cada día. Para elegir con consciencia, no basta caminar a ciegas hacia las urnas, la verdadera consciencia es aquella que nace producto del discernimiento.