En el presente discurso, el Dr. Javier Arévalo Vela rememora los acontecimientos trascendentales de la vida de don Juan Antonio Ribeyro Estada y destaca la sabiduría, la valentía, la firmeza y la integridad que demostró en su carrera judicial, sobre todo cuando fue presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República durante la guerra del Pacífico. Por su ejemplar calidad humana, su nobleza de espíritu y su profesionalismo, reconocemos en el Dr. Ribeyro Estrada al modelo de juez que necesita el Perú y le rendimos nuestro modesto homenaje.