En todo el mundo el aborto provocado inseguro es reconocido como un importante problema de salud pública, por la frecuencia que tiene y por los daños que ocasiona. Este problema es más acuciante en los países con leyes restrictivas. Así, la tasa de abortos por cada mil mujeres en edad fértil varía desde 4 por mil en países como Holanda, en donde se imparte una amplia y temprana educación sexual, se accede libremente a todos los métodos anticonceptivos y existe acceso liberal al aborto,
hasta 60-80 por mil en países del Este de Europa, en donde sólo existe acceso libre al aborto pero es muy débil la educación sexual y la entrega de anticonceptivos.