En este libro se mezclan historias aleccionadoras de gente tan dispar como una secretaria, un emprendedor, un estudiante, un skater, un catedrático y una filántropa. Todos suman, todos enriquecen las vivencias del autor que, a mi forma de ver, es un «aconsejador serial y brillante», que nos llena de optimismo con esa forma de ver la vida, como una gran constelación que brinda inimaginables posibilidades de contactar con otras personas, y así crecer, desarrollarse y generar oportunidades, además ser parte, ¡cómo no!, del crecimiento de los demás.