En los catorce cuentos que integran “Bitácora del extravío”, tema, inicio, estructura, desarrollo y final se engarzan en perfecta armonía, con una acertada utilización de técnicas.
Argumentos originales, personajes bien caracterizados, diálogos naturales, tramas inteligentes, atmósferas vívidas y desenlaces inimaginables, se acompañan de alusiones a la Historia, ciencia, arte, negocios y conducta humana.
Al igual que en “Relámpago inmóvil” y “Espadas en la memoria”, sus dos primeros libros, Pedro Ugarte Valdivia maneja, con estilo propio y en admirable contrapunto, lo lógico y lo absurdo, lo leal y lo pérfido, lo cotidiano y lo fantástico.
Mediante la exposición de su personalidad y proceder, el perfil de un individuo encarnando a un asesino, a un estafador o a un desquiciado, puede llegar a fascinar debido a su prolijidad, perspicacia u obstinación. Por el contrario, en una de sus historias logra iluminar la creatividad, valor y ternura de una pareja de ancianos, dotándolos de ingenio para construir un universo propio dentro de circunstancias adversas.
Su más poderoso instrumento, el lenguaje, está cuidadosamente cincelado, como si tallara un diamante de claro contenido ideológico que irradia una enérgica protesta contra la corrupción, injusticia e impunidad.
Transitar las páginas de “Bitácora del extravío”, constituye una aventura; concluir su lectura, un asombroso despertar.
Cusco, 1951-