El mundo afronta un estado de innovación constante que transforma
nuestra manera de hacer las cosas. “La progresiva y estandarizada
implantación en las empresas de las tecnologías basadas en la microelectrónica,
la informática, las telecomunicaciones y la optométrica ha
supuesto un cambio sustancial en los modelos de trabajo y producción,
puesto que ha rediseñado la propia morfología de las organizaciones
empresariales y ha provocado una renovación del proceso productivo.
Desde el punto de vista de las relaciones laborales y de su régimen jurídico,
la incidencia de estos instrumentos es abrumadora y ha afectado
generalizada y profundamente la gestión de los recursos humanos y las
condiciones de trabajo”1. En el Perú, teletrabajo y trabajo remoto son
evidencias de este proceso.