Así nos morimos, es un texto de contenido social. Presenta la historia de un niño pobre, que enfrenta el mundo hostil de la ciudad, vendiendo periódicos, caramelos y cantando en los buses, para sostener a su madre. El desenlace es penoso y dramático, pero el desarrollo narrativo está singularmente matizado de humor y comicidad. El narrador es otro niño, semi-campesino y quechua hablante, que maneja el español a medias y que utiliza indistintamente el “tú” y el “usted” en una misma frase (“usted sin duda lo conoció, haz de haberlo visto siempre”, “sin duda usted también lo conoció y no te atreviste a regalarle un sencillo”). Es una acertada transposición del lenguaje oral a la escritura literaria. Cargado de apóstrofes tiene un carácter acusatorio. (Manuel Baquerizo)