“Confesiones de un cerdo” (Jean D'Carval) que ha navegado por el Ciberespacio, contestando al escritor colombiano Carlos Vidales quien escribió en Internet el relato “Memorias de un Burro” Estocolmo, 1996. Estos relatos ponen en evidencia, la necesidad de reflexionar sobre el futuro de la literatura en el llamado ciberespacio. La creación literaria comienza a tener características interactivas: dos escritores, situados en realidades diferentes, pueden articular una obra literaria “al alimón” que trasciende los límites de la relación autor-lector, para plantear un nuevo componente: la posibilidad dialogal.
Confesiones de un cerdo, es un libro para leerlo varias veces, para divertirnos, para meditar, para soñar con seres fantásticos, para disfrutar de la lectura y fundamentalmente para no dejar de ser niño.