El poemario Como Serpientes, contiene cuatro partes: Génesis, El amor, Tánatos y Ouroboros, que marcan las cuatro direcciones de su mensaje: El Génesis bíblico, principio de todas las cosas; la eterna lucha entre el Amor, que representa a la vida y el Tánatos o la Muerte; para finalmente llevarnos al Ouroboros, la serpiente griega que come su propia cola, simbolizando la continuidad del fin en el reinicio del comienzo, que en el mundo andino es el Amaru, la serpiente alada que tiene una cabeza – o principio - en cada extremo.
Acaso Jean D’Carval, con este poemario cierre una etapa, para iniciar otra.
El poeta concluye: Somos la eternidad viviente./ El eterno retorno de la vida./ Somos fuego y agua./ Perpetuando nuestra especie./Somos renovadores de mágicos sueños./ Serpientes/ venciendo a la muerte. (Nicolás Matayoshi).