Han pasado ya diez años desde que el expresidente Alberto
Fujimori fue condenado como autor mediato por crímenes de
lesa humanidad por la masacre de Barrios Altos y La Cantuta
durante el conflicto armado interno que se desató en el Perú
entre 1980 y 2000. El paso del tiempo, sin embargo, no ha hecho
mella a las incansables críticas que despierta el histórico
fallo que lo condenó. Sus detractores aún cuestionan la tesis
de la autoría mediata por dominio de aparatos organizados de
poder