Luciano se despide de unos queridos camaradas, compañeros de aventuras que a pesar de que él era apenas un niño lo habían acogido como uno más de su banda de piratas en ese extraño mundo que existía debajo de su sótano. Luciano ha perdido la noción del tiempo que ha transcurrido desde que oyó esos extraños ruidos que lo habían conducido a ese lugar, pero ahora tenía que regresar con esa familia que quizá no lo quería con solo la compañía de su gato. El viaje de regreso estará lleno de aventuras peligrosas, pero lo más peligroso parece ser algo que el mismo Luciano ha olvidado y que a veces vuelve como una imagen luminosa y dolorosa.