El mito del Inkarrí -una contracción de los vocablos “inca” más “rey”-, es el mito que se basa en la esperanza, en la fe restauradora. La sociedad andina volverá a ser como antaño; pero, para que ello ocurra, ha de ser un líder, un héroe, un rey de reyes, en realidad un ser inmortal quien se encargue de esa titánica tarea: rehacer y restaurar la sociedad incaica. Ese ser omnímodo se llama Inkarrí. La importancia de este mito popular no estriba en que se cumpla o no el vaticinio, sino en que existe una parte de la sociedad que no renuncia a sus auténticas raíces, vive plenamente ligado a ellas y tiene un afán de permanencia en el tiempo, con toda la carga cultural que esto implica: tradiciones, arte, lengua, idiosincrasia, costumbres, religión, etc.
Lima, 1980-