Dividido en cuatro poemarios, La distancia del tiempo nos traslada al origen de esta artista, la calidez de su infancia, abrigada por el amor familiar y las referencias emotivas que toman forma en el punto de partida de la obra, «La mujer del árbol» dan fe de una mirada pura y febril, pero a la vez, amplia y universal. «Sin prisa, sin pausa» exhibe una voz potente, que transita por los terrenos de la prosa con libertad y eficacia, a la vez que cimenta el terreno para «Antes de morir por costumbre», un elogio al verso breve, al discurso austero, pero intenso. Sin embargo, no es hasta «En la claridad de tus formas», poemario de cierre, que Pastore se muestra descomunal, íntima y sensible a un nivel superlativo, poemas de una madurez de la que el lector bien podría sentirse partícipe. Un compendio notable en el que la autora reúne lo más significativo de su creación.