La tía Fagot se muda a un nuevo vecindario. Le ha prometido a Amanda que mantendrá la relación con ella mediante cartas. Pero la peculiar tía Fagot escribe a diario, por lo que le queda poco tiempo para conocer a sus nuevos vecinos. Como es de esperar, ellos también imaginan cosas descabelladas sobre la nueva vecina. Amanda los ayudará a todos, sin proponérselo, a comprender que existe una explicación para todos los actos de las personas, y que no debemos imputar malos motivos a nadie ni dejarnos llevar por los prejuicios.