¿Cuál es el corazón de una organización? Esta pregunta y la lucha ha sido constante para tratar de interiorizar en los jefes de las empresas, que la respuesta es los trabajadores. Ellos son el corazón, la identidad, el alma.
Desde fines del 2019, cuando apareció la COVID-19, se ha ido verificando si se ha asimilado la premisa de que los trabajadores son el corazón de las empresas. En muchos casos se ha visto que no es así; sin embargo, en otros, se ha podido comprobar que se ha puesto al recurso humano como elemento vital para sobrevivir la pandemia.