Chucuito, paisaje embrujado, donde las estaciones pugnan por imponer su marca sobre las riberas del lago o sobre las altas montañas, acuarela de cambios radicales, de enormes temperaturas de color, de paisaje que han modelado a través de los siglos a un espíritu de gran sensibilidad estética, y de profunda rebeldía.
Pródiga en pisos ecológicos y en climas que los lupacas primero, y los incas después, supieron engranar para crear una cultura agraria de importancia global. Su basta riqueza llamó la atención de la Corona española y envió en 1567 a Garcí Diez de San Miguel, para que levantara un informe situacional. Ha llamado la atención del antropólogo como Harry Tschopik, Jr., que realizó observaciones de alta intensidad y de su esposa Marion, que desenterró el templo de Inca Uyo.
El Ing°. economista Víctor Merma Flores, impelido por la necesidad histórica, de conocer y valorar a este pueblo que comienza en la cordillera y concluye en una preciosa península, plasma esta generosa monografía. No es una monografía convencional, es más que eso, ya que en ciertos momentos bordea lo que podría ser un tratado del mundo aymara; ya que Chucuito se encuentra en el meollo de la geografía de la vieja confederación aymara, uno de sus principales núcleos.
Víctor Merma Flores, aymara legítimo, combina su experiencia personal con la fuente bibliográfica, para alcanzarnos un documento de fecunda lectura, información que llega a la antropología contemporánea tardíamente, pero con la eficacia que exige el momento para figurar, de a pocos y al fin, un corpus del pueblo aymara con vista al futuro.