Como su autor, este libro es una luz en libertad: unidad cósmica; árbol capaz de mostrarse sereno en la llanura de sus versos; grano luminoso de hogar y plegaria. Magia pura.
Lo íntimo brota en cada poema y, en el universo corpóreo, nos conduce discreto y misterioso entre el vaivén siempre necesario de la experiencia de la vida y el aprendizaje convertido en verso.
La vida del poeta es, en esencia, un gesto permanente de amor y muerte en reflexión constate: corazón que palpita en preguntas y respuestas, aprendizaje y consejo permanente. Actos de magia.
Lo paternal y maternal son los pilares del vate: esencia natural del existir; la mujer, el origen del Ser; la existencia, el caminar con el Dios interno a quien se recurre en tránsito natural. Magia que asombra.
Todo aquí se ha construido en unidad, en único acto. De allí el hechizo de Homero Alcalde quien, con Laberintos del mago, nos vuelve a la poesía primigenia, esencial, a partir de una obra que ilumina y queda en permanencia: realidad y verdad.
Por lo antedicho, en gesto de lector, solamente gratitud en este redondomundo, al poeta-mago por el asombro de la vida convertida en poesía.
William Guillén Padilla
Isla Saint-Martin, enero 2020.