El Perú, como el resto de Latinoamérica, ha pasado por varios ciclos económicos de bonanza y decaimiento a través de su historia. Estos ciclos han estado generalmente asociados al incremento en la demanda global y los precios internacionales de ciertos recursos naturales que se han encontrado en abundancia en los territorios nacionales. En el caso del Perú, los ciclos de bonanza económica vinculados a la extracción de guano en el litoral peruano, de caucho en la Amazonía o más recientemente de minerales, principalmente en los Andes, son parte de una larga historia económica nacional. Como señalan varios trabajos de economía, el Perú se ha situado como proveedor de recursos naturales para el mercado global (Bonilla, 1984; Thorp & Bertram, 1988).