Con "El balcón de la espera" la poesía peruana se revitaliza. Diego M. Eguiguren ha hilado una red para atrapar su experiencia como quien retorna a tocar las manos con las que alguna vez escribió desde el asombro. La imagen del título nos pone frente a la perspectiva o la distancia que necesitamos para ingresar a leerlo, a repasar con él no sólo Buenos Aires, sino la música, Juan Gonzalo, el color de sus textos; la sinestesia del dolor que, aún golpeándonos, perturba cual extraño regocijo. Este es el libro de las pistas, aquí el poeta llega a deshora con la seguridad de quien sabe que estamos oyéndolo, por eso su apuesta, por eso “este nuevo cargamento / de poemas”.
Harold Alva
Lima, abril de 2021