César Vallejo representa en su poética la encarnación del hombre que se comprende como tal: finito, contingente, solidario y social. César Vallejo siempre estuvo rodeado de amigos y fue cercano a muchos personajes vinculados con la literatura y la política; más bien, el poeta representa a un ser humano que emprende una lucha existencial y religiosa, para comprenderse a sí mismo y entender la realidad y su propia existencia.
Lo que Vallejo vivió en su historia vital se aproxima más a una lucha religiosa, intensa y metafísica, personal y honda, en la que el poeta intenta desentrañar la acción de Dios en la historia y cómo este actúa en su vida personal.