"Escribo influenciado por la naturaleza, alguna ventana que me deja ver el cielo, o el mar incrustado en mi mesa de trabajo. Al final, la poesía es un calmante para la duda, es el arte del sol en el cielo, y el oro de una nube que enrojece el horizonte. Por eso escribo caminando como un cazador que pasa inadvertido. Abro de par en par la tarde humeante y el aguacero veraniego que va creando relámpagos en mis ojos. Por eso escribo, como un ladrón de flores, mientras se oye el grito de una garza en lo hondo de lo oscuro." Miguel Ángel Zapata