El presente ensayo busca enriquecer el discurso de las mediaciones culturales y pedagógicas, y repensar su poder transformador y emancipador. Las mediaciones, en particular, las que se dan en espacios como las bibliotecas o las aulas, pueden desempeñar un rol fundamental en la forma en la que nos aproximamos al mundo y lo desciframos. Motivando la curiosidad, avivando las preguntas, fomentando la autonomía y el encuentro con los otros, las y los mediadores nos acercan a la utopía del aprendizaje a la que la autora nos invita a aproximarnos.
Este libro es, pues, un llamado a pensar en las mediaciones como actos que nos permiten dialogar con nosotros mismos y con los otros, como un acto liberador que apuesta por una vida y un estar en el mundo que podemos construir juntos.